Nace en Castellarano en 1997 como empresa artesanal de servicio a la cerámica y tercer fuego.
La idea de los fundadores era poner a disposición de los clientes una prensa para los ensayos de prueba y para formatos y estructuras de difícil realización. Proporcionar, por tanto, al cliente material prensado y secado junto con los conocimientos específicos para poder realizarlo.
Esta intuición tuvo éxito, tal es así, que los clientes que hacían uso del servicio, iniciaron a solicitar también material cocido, bajo la forma de pequeñas producciones.
Ante estas nuevas exigencias, en el 2000 Labocer se traslada a Spezzano di Fiorano Modenese donde se instalan 4 prensas Sacmi y un horno de cocción industrial.
Siempre atentos a un mercado en continúa evolución, que imponía una mayor flexibilidad y mostraba una fuerte tendencia a la reducción de los stocks de almacén, Labo-cer se equipa, desde el 2002, añadiendo a su parque máquinas una prensa todos los años, hasta llegar, al 2005, a un total de 8 prensas.
A fines de 2009, no obstante, la crisis mundial y, asimismo, a pesar de la trágica desaparición del jefe técnico y fundador Aldino Fornaciari, los propietarios deciden invertir en sus propias capacidades y en la empresa, duplicando la planta productiva y las instalaciones.
Al día de hoy se disponen de doce prensas, 2 hornos industriales que trabajan en tres turnos, las 24 horas del día, produciendo, en promedio, 35.000 piezas especiales por día.
Siempre asociada a su naturaleza de empresa artesanal, Labo-cer representa al día de hoy, una realidad sólida en el panorama del sector cerámico. Un equipo joven y dinámico, crecido basándose en criterios de calidad total y máxima flexibilidad de producción. Esto se traduce en productos con características siempre constantes y en un servicio, al cliente, único en su tipo.